El Enigma de "Un Perro Andaluz": ¿Relación con Ritos Satánicos?
La Interpretación "Satánica": Un Análisis de los Símbolos
Quienes amamos las conexiones con ritos satánicos a menudo nos centramos en la simbología de la película. Algunas de las ideas que se vienen a mi mente morbosa son:
El Sacrilegio: La película está plagada de imágenes que transgreden lo considerado moral o sagrado. El "perro andaluz" del título (que Dalí y Buñuel usaron como una referencia despectiva a la "gente de pueblo"), o la presencia de animales muertos en escenas de amor, pueden ser interpretados como un acto de profanación, un elemento recurrente en la imaginería satánica.
El Ojo y el Conocimiento Prohibido: El ojo cortado al inicio de la película es una de las imágenes más impactantes y simbólicas. En muchas tradiciones esotéricas, el ojo representa el conocimiento, la percepción o la iluminación. Cortar el ojo podría ser interpretado como un rechazo a la visión racional o "divina" del mundo, una búsqueda de un conocimiento prohibido, o una apertura a una percepción "inferior" o "demoniaca". Esta imagen unida a la imagen de los encapuchados del final de la cinta, son las que más hacen creer en rituales y grupos esotérico. Es conocido que Dalí se rodeaba de todo tipo de personas de las cuales muchas estaban relacionadas con creencias y rituales poco ortodoxos.
La Repetición y el Ritual: A pesar de la naturaleza caótica de la película, hay una cierta repetición de motivos (los burros, la navaja, la pareja) que podría ser vista como un eco de un ritual o ceremonia. La ausencia de una narrativa lineal permite que estas imágenes se repitan y se asocien de manera casi mágica. El ateísmo de Buñuel es el que marca las imágenes de la profanación y los gestos indecorosos, pero la repetición de los burros, las hormigas y demás elementos paganos nos recuerda que Dalí usaba esa simbología más a menudo de lo que creemos, no hay que olvidar los elementos que utilizó para la decoración de la fiesta de los Rothschild, máscaras y elementos de decoración de cabezas de animales muertos.
El Inconsciente y el Lado Oscuro: El surrealismo buscaba explorar el inconsciente, y para muchos ocultistas, el inconsciente es el lugar donde residen los instintos más primarios y "oscuros", que se asocian con el lado "demoníaco" de la naturaleza humana. La película podría ser vista como una representación visual de este viaje al inframundo de la psique.
La Visión de Buñuel y Dalí: ¿Es Realmente un Ritual?
A pesar de la fascinación que despierta esta interpretación, es fundamental recordar las declaraciones de los propios autores. Tanto Buñuel como Dalí negaron enfáticamente que su película tuviera un significado lógico o una intención oculta. Su objetivo era, precisamente, crear una obra que no pudiera ser explicada, que fuera un "manifiesto" contra el intelectualismo y el simbolismo. También sabemos que Dalí dentro de su maravilloso arte, también existía un hombre excéntrico que continuamente se mezclaba con los personajes más controvertidos de la farándula.
Buñuel, en particular, era un ateo declarado y un anticlerical. Su crítica a la Iglesia y la moral burguesa es un tema constante en su filmografía. Si bien usaba la imaginería religiosa de forma subversiva, su objetivo no era promover el satanismo, sino cuestionar el poder y la hipocresía de las instituciones religiosas. En su autobiografía, "Mi último suspiro", Buñuel afirma que el guion de "Un Perro Andaluz" surgió de la combinación de dos sueños: uno de Dalí (hormigas saliendo de la mano) y otro de Buñuel (una navaja que corta el ojo de una mujer). El único "plan" era crear una película que rompiera con las expectativas del público y del arte tradicional.
¿Un Ritual Surrealista, No Satánico?
La película es un ritual, pero un ritual surrealista: una ceremonia de transgresión artística, un acto de rebeldía contra la lógica y la moralidad. Su "satanismo" es utilizado como una respuesta contraria a los preceptos establecidos por la iglesia, aunque la mano de Dalí nunca escapa a la controversia y aunque cara la galería renegara de esas creencias o influencias, es evidente su relación con artes oscuras.
"Un Perro Andaluz" sigue siendo una obra poderosa porque, a pesar del paso del tiempo, mantiene su capacidad de perturbar y desafiar al espectador. El "misterio" de la película radica precisamente en su falta de significado, en su invitación a la libre asociación y a la exploración de nuestro propio inconsciente. Por lo tanto, aunque la conexión con ritos satánicos sea una interpretación fascinante, es más probable que la verdadera "magia negra" de la película resida en su capacidad para liberar nuestra mente de las cadenas de la razón.
Gara Lacaba Toledo
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