De Bach a la Bestia 666: El Arte Mágico de "Fantasía"
A lo largo de la historia del cine, pocas obras han capturado la imaginación del público y los críticos como la película de Walt Disney, "Fantasía" (1940). Más allá de ser un simple largometraje animado, "Fantasía" es una ambiciosa sinfonía visual que busca fusionar el arte de la animación con la grandeza de la música clásica. A pesar de su reconocido estatus, persiste una fascinante y controversial teoría que sugiere una profunda y sutil conexión entre la estética y la filosofía de la película y el enigmático ocultista británico Aleister Crowley. Aunque Disney y sus colaboradores nunca reconocieron abiertamente esta influencia, si analizamos de manera detallada la película y las enseñanzas de Crowley revelan paralelismos interesantes que invitan a una explorar más.
Aleister Crowley: El Profeta de la Nueva Era
Aleister Crowley (1875-1947), conocido como "la Gran Bestia 666", fue una figura de gran influencia en el ocultismo occidental. Fundador de la filosofía religiosa de Thelema, sus enseñanzas se centraban en el principio de "Haz lo que quieras será la única ley", una máxima que invita a la independencia y la realización individual a través del descubrimiento y la expresión de la verdadera voluntad. Crowley abogaba por una unión de la magia, la espiritualidad y el arte para alcanzar un estado de conciencia superior, un concepto que resuena con la búsqueda de "Fantasía" por la elevación espiritual a través de la armonía artística.
El sistema Thelémico de Crowley se fundamenta en la creencia de que el universo está regido por una ley única que es a la vez una guía para la vida y una fuerza cósmica. Esta ley no es una imposición moral, sino una ayuda para que cada ser humano encuentre y viva su verdadera voluntad, que Crowley consideraba como un destino único. Para él, la magia era una ciencia y un arte para provocar cambios en la conciencia siempre que se tenga la voluntad para ello. Esto implicaba rituales, simbolismo y una profunda introspección, buscando la unión del microcosmos (el individuo) con el macrocosmos (el universo).
El Vínculo Artístico: Símbolos y Arquetipos
La conexión entre Crowley y "Fantasía" se manifiesta a través de un lenguaje simbólico y arquetípico. La película, una serie de ocho segmentos animados con música de compositores como Bach, Tchaikovsky y Stravinsky, es un viaje a través de temas de creación, caos, renovación y liberación. Estos mismos temas son centrales en la obra de Crowley, quien veía el universo como un ciclo interminable de nacimiento, muerte y renacimiento.
La Tocata y Fuga en Re Menor de Bach: El primer segmento de la película, una abstracción visual de la música de Bach, se interpreta como la creación del universo a partir del caos. El color y la forma danzan para formar patrones de luz y energía, un proceso que evoca la génesis cósmica que Crowley exploraba en sus rituales de alta magia. La disolución de las formas y su posterior renacimiento visual reflejan la creencia thelémica en la constante transmutación de la realidad.
El Aprendiz de Brujo de Paul Dukas: Este segmento, quizás el más famoso, presenta a Mickey Mouse como un aspirante a mago que usurpa el poder de su maestro. La situación, inicialmente cómica, se torna caótica cuando las fuerzas desatadas por la magia se vuelven incontrolables. Esta narrativa puede interpretarse como una advertencia sobre el uso irresponsable del poder espiritual, un tema central en el ocultismo. El aprendiz de brujo debe confrontar su propio caos interior para restaurar el orden, un viaje de iniciación que busca el dominio de la voluntad sobre las fuerzas de la naturaleza.
Una Noche en el Monte Calvo de Mussorgsky: La secuencia más controvertida y evocadora es, sin duda, la que presenta a Chernabog, la deidad demoníaca que preside un aquelarre de espíritus malignos en la cima de la montaña. Chernabog, con su figura imponente y sus cuernos de macho cabrío, es una representación arquetípica del dios pagano o del demonio de la tradición cristiana, pero, en el contexto de las filosofías de Crowley, podría interpretarse como una manifestación del Yo Superior o de la voluntad no dominada. La orgía demoníaca que se desarrolla es una celebración del caos y la libertad sin restricciones, una transgresión de las normas que resuena con la filosofía antiautoritaria de Crowley. El posterior cambio de escena a la Ave María de Schubert simboliza la purificación y el amanecer de una nueva conciencia, un proceso de muerte y renacimiento que es fundamental en las prácticas mágicas thelémicas.
(Aquelarre- Francisco de Goya)
La Conciencia Elevada y la Sinestesia
El objetivo central de "Fantasía" es la creación de una experiencia sinestésica, donde el sonido se percibe como color y el movimiento como emoción. Esta fusión de los sentidos no es solo un truco de animación, sino un intento de elevar la conciencia del espectador a un estado más allá de la percepción ordinaria. Crowley creía que la unión de los opuestos—música y magia, arte y ritual—era el camino hacia el éxtasis místico y la iluminación. La película, al entrelazar las composiciones clásicas con la animación, logra esta unión en un nivel magistral, creando un espectáculo multisensorial que busca trascender el simple entretenimiento y acercarse a la experiencia espiritual.
La influencia de Crowley en "Fantasía", aunque indirecta y no verificada por Disney, ofrece una perspectiva intrigante para reinterpretar la película. Nos invita a verla no solo como una obra de arte, sino como un documento esotérico que, a través de su simbolismo y su ambición estética, busca un despertar de la conciencia similar al que Crowley promovió en sus escritos y su vida. La magia del cine y la magia del ocultismo se encuentran en un punto de confluencia, recordándonos que el arte más poderoso a menudo se nutre de las fuentes más profundas y misteriosas de la experiencia humana.
Gara Lacaba Toledo
Comentarios
Publicar un comentario