El enigma del país de las maravillas: Descifrando el viaje psicodélico de Alicia.





La inmortal obra de Lewis Carroll, "Alicia en el País de las Maravillas", ha fascinado a generaciones con su surrealismo, su lógica torcida y sus personajes inolvidables. Sin embargo, más allá de la capa de cuento infantil, muchos críticos y estudiosos han interpretado la narrativa como una alegoría de la experiencia psicodélica, con las transformaciones de Alicia actuando como un espejo de los efectos de diferentes sustancias.

En este análisis, haremos una exploración sobre las "drogas" que Alicia ingiere y sus posibles correlaciones con compuestos psicoactivos reales, examinando cómo Carroll, de manera sutil o no tan sutil, ilustra sus efectos en el cuerpo y la mente de su joven protagonista.

1. El elixir del cambio: La poción que encoge

La primera sustancia que Alicia encuentra en su viaje es una botella con la etiqueta "Bébeme". Tras beber su contenido, experimenta una drástica reducción de tamaño. Esta transformación puede ser interpretada como una metáfora de los efectos de las sustancias disociativas, como la ketamina.


  • Efectos disociativos: Estas sustancias a menudo generan una sensación de desconexión del propio cuerpo, de la realidad e incluso de la identidad. Alicia experimenta la sensación de estar en un cuerpo minúsculo en un mundo gigante. 

  • Percepción alterada: La poción no solo encoge a Alicia, sino que altera su percepción del mundo que la rodea. Objetos cotidianos, como una mesa o una llave, se vuelven exageradamente grandes, reflejando la distorsión de la percepción que a menudo acompaña a la disociación.

2. La llave al crecimiento: El pastel que agranda

Lo contrario a la poción es el pastel con la inscripción "Cómeme", que hace que Alicia crezca hasta proporciones gigantescas. Esta sustancia, que le permite alcanzar una llave que de otro modo sería inalcanzable, puede ser vista como una representación de los efectos de las anfetaminas.

  • Sensación de poder y euforia: El crecimiento de Alicia le otorga un poder físico inmenso, permitiéndole alcanzar objetos y superar obstáculos que antes eran imposibles. Esta sensación de poder es un efecto común de los estimulantes, que aumentan la confianza, la energía y la sensación de control.

  • Aceleración mental: Aunque no se menciona explícitamente, el crecimiento de Alicia está asociado con una sensación de rapidez y de pensamiento acelerado. Los estimulantes a menudo generan una aceleración del flujo de pensamientos y una intensificación de la actividad cerebral.

3. El hongo de la metamorfosis: La experiencia psicodélica clásica

Quizás la sustancia más claramente referenciada en la obra sea el hongo que la Oruga Azul le ofrece a Alicia. La Oruga le explica que un lado del hongo la hará más alta y el otro la hará más pequeña. Este hongo es una alegoría evidente de los hongos que contienen psilocibina, un potente psicodélico.


  • Cambio de perspectiva y percepción: La psilocibina altera drásticamente la percepción sensorial y cognitiva. La capacidad del hongo de cambiar el tamaño de Alicia, no una, sino repetidas veces, es una metáfora perfecta de la fluidez de la percepción que se experimenta bajo la influencia de los psicodélicos.

  • Encuentros con lo inexplicable: La Oruga Azul, una criatura de sabiduría y consejos enigmáticos, podría ser interpretado como una "entidad" o un "guía" que a menudo se manifiesta durante las experiencias psicodélicas intensas. Su papel es el de un oráculo, que le enseña a Alicia cómo navegar por su viaje. Lo que siente Alicia se asemeja al estado de aquellos que han probado la Ayahuasca, en el que supuestamente reciben imágenes del subconsciente con la idea de guiarlos a una vida más clara.  

Por otro lado, El personaje de la oruga, que fuma de una pipa de agua, se puede asociar con el consumo de opio o marihuana, sustancias que eran más comunes y accesibles en la época victoriana en la que Carrol escribió la historia. 



4. El té de la locura: El éxtasis del caos

La fiesta del té del Sombrerero Loco es un punto de inflexión en la historia. El tiempo se ha detenido a las 6:00, y los personajes actúan de manera  ilógica y maníaca. Este escenario puede ser visto como una representación de los efectos de las drogas de tipo MDMA (éxtasis).

  • Desinhibición y sociabilidad forzada: Los personajes de la fiesta del té están unidos por una extraña camaradería y una falta de inhibición, que recuerda a los efectos de la MDMA, una sustancia que aumenta la cercanía emocional y la sociabilidad.

  • Distorsión del tiempo: La noción del tiempo ha colapsado por completo para los asistentes a la fiesta del té. Esta distorsión del tiempo, donde los minutos se sienten como horas o las horas pasan volando, es un efecto común de la MDMA y otras drogas psicoactivas.

  • El Sombrerero Loco (Mercurio): Aunque no es una droga psicodélica en sí, la "locura" del Sombrerero Loco se vincula con la intoxicación por mercurio. Los sombrereros de la época victoriana usaban este metal en sus procesos de fabricación, lo que les causaba envenenamiento con síntomas neurológicos y psicosis.



5. El elixir de la Reina: La ambigüedad del poder

Finalmente, la Reina de Corazones y su corte representan un estado mental alterado por la paranoia y la agresión. La Reina, con su grito constante de "¡Que le corten la cabeza!", podría ser una alegoría de los efectos de las drogas estimulantes en dosis elevadas como la cocaína que pueden generar paranoia, agresión y un sentido de poder descontrolado  



  • Pensamiento paranoide: La Reina desconfía de todos y ve traición en cada esquina. La paranoia es un efecto secundario común del abuso de estimulantes, que puede manifestarse como una sensación de ser perseguido o de estar en peligro.

  • Comportamiento impulsivo y agresivo: Las decisiones de la Reina son irracionales e impulsivas, a menudo con consecuencias violentas. Este tipo de comportamiento es característico de la desinhibición extrema y la agresividad que pueden acompañar a las dosis altas de estimulantes.



En conclusión, aunque Lewis Carroll nunca admitió que su obra fuera una apología de las drogas, la estructura narrativa y los efectos que Alicia experimenta coinciden de manera sorprendente con los de diversas sustancias. La obra se convierte en un espejo que refleja la complejidad y la extrañeza de la conciencia humana, explorando los límites de la percepción, la lógica y la identidad. Al final, "Alicia en el País de las Maravillas" nos enseña que el viaje más fascinante es el que tiene lugar dentro de nuestra propia mente.

Gara Lacaba Toledo 

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