Sombras Gemelas: El Viaje de Castaneda y la Vigilia Oculta de una Nación
Bienvenidos, almas curiosas y mentes insomnes, a una nueva entrega de "El bisturí de Gara". Hoy, mis ojos se posan sobre dos espejos, distanciados por el tiempo y el espacio, que sin embargo reflejan la misma figura: el peregrino de lo arcano. Me refiero a la extraña y fascinante confluencia de destinos entre Carlos Castaneda, el gurú que nos reveló el mundo de Don Juan, y el periodista de la película argentina "Historia de lo oculto".
Ambos personajes, cada uno en su respectiva narrativa, son los elegidos para un viaje más allá de lo cotidiano. No son héroes de capa y espada, sino voyeurs de lo prohibido, hombres de intelecto que, por azares del destino o por un ansia insaciable, se ven forzados a confrontar una realidad más vasta y terrible que la que sus libros o periódicos podrían describir.
El Discípulo y el Testigo de la Última Transmisión
La figura de Carlos Castaneda comienza su odisea como un académico escéptico. Su misión, inicialmente, es puramente científica: documentar el uso de plantas psicotrópicas por parte de los chamanes yaquis. Es un buscador de datos, no de verdades espirituales. Pero el encuentro con Don Juan Matus lo arrastra a un abismo de conocimiento que desmantela su percepción racional del cosmos. Dejó de ser un observador para convertirse en un participante forzoso de un mundo que no comprendía, obligado a aprender a "ver" en lugar de solo mirar.
El protagonista de "Historia de lo oculto" comparte esta misma involuntaria travesía. Como periodista, su oficio es el de desenmascarar, el de exhibir lo que yace oculto. Sin embargo, su investigación sobre un programa de televisión se transforma en una espiral que lo arrastra hacia un culto secreto y una conspiración política de proporciones aterradoras. Como Castaneda, el protagonista deja su rol de testigo para convertirse en una pieza clave de un ritual que amenaza con redefinir la realidad de su nación. Ambos son, en esencia, hombres que quisieron entender lo incomprensible y que, al hacerlo, quedaron irrevocablemente atrapados en ello.
El Mentor Silencioso y el Maestro de Ceremonias
En la saga de Castaneda, Don Juan es la figura arquetípica del mentor. No es un maestro que imparte conocimiento de forma convencional, sino que moldea a su discípulo a través de la experiencia directa, la paradoja y el shock. Es un guía que lleva a su protegido a confrontar sus miedos más profundos, a sacrificar su ego y a aceptar que la realidad, tal como la entiende, es una mera construcción. La relación entre ambos es una danza de poder y aprendizaje, de respeto y confrontación, donde el discípulo es constantemente puesto a prueba.
El director de "Historia de lo oculto" construye una figura de mentor mucho más sutil, pero no menos potente, en el presentador del programa. Este hombre, con su voz calmada y su presencia magnética, es el oficiante de una ceremonia que se transmite por las ondas. Él no tiene una relación personal con el protagonista, pero sus palabras y el contenido de su programa son la guía, la única luz en la oscuridad del misterio que el periodista intenta desvelar. Es a través de la transmisión televisiva que el protagonista descifra las claves de la conspiración. En ambos casos, el conocimiento no se presenta de forma directa, sino que se revela a través de un intermediario enigmático, un demiurgo que controla los hilos de la verdad.
El Velo de la Realidad Rota
Castaneda describe cómo, bajo la tutela de Don Juan, la realidad se vuelve maleable. El mundo deja de ser una colección de objetos sólidos y se convierte en un flujo de energía que se puede "ver". Los estados alterados de conciencia, inducidos o no, sirven como una herramienta para romper el velo de la percepción ordinaria y acceder a un universo de infinitas posibilidades, donde los "aliados" y los "acechadores" son tan reales como un árbol o una roca. El "nagual", el otro yo de Don Juan, es la prueba viviente de que la realidad es un constructo más frágil de lo que creemos.
La película "Historia de lo oculto" logra una proeza cinematográfica similar. La estética en blanco y negro, la claustrofobia de los escenarios y la atmósfera opresiva generan en el espectador una sensación de realidad que se fractura. La línea entre lo que es real y lo que es una alucinación se vuelve difusa. A medida que el protagonista se acerca a la verdad, el mundo a su alrededor se distorsiona, y la historia misma parece obedecer a una lógica onírica. Ambos relatos sugieren que la verdad no es algo que se descubre, sino algo que nos desarma y nos obliga a percibir el mundo de una forma completamente nueva y perturbadora.
El Precio del Conocimiento
Finalmente, la similitud más profunda reside en el peso del conocimiento. Para Castaneda, el "camino del guerrero" es un sendero de soledad. La sabiduría que adquiere lo separa irrevocablemente de la gente "común". Es un saber que lo carga con una responsabilidad inmensa y que lo obliga a vivir al borde de lo desconocido, siempre vigilante. La "brujería" no es un poder para hacer el bien o el mal, sino una forma de vida que exige la total entrega del individuo.
El protagonista de la película enfrenta una carga similar. La verdad que desentierra no le otorga poder, sino que lo convierte en un objetivo. El conocimiento sobre la conspiración es una sentencia de muerte. Su vigilia se convierte en un acto de resistencia, pero también de desesperación. Ambos personajes aprenden, de la forma más brutal, que hay verdades que es mejor no conocer, pues al revelarse, te convierten en un paria, un espectro que habita en los márgenes de una realidad que ya no le pertenece.
En definitiva, tanto la saga de Castaneda como "Historia de lo oculto" son historias de fantasmas: fantasmas de la razón, fantasmas de la realidad y, en última instancia, fantasmas que somos nosotros mismos cuando decidimos mirar donde nadie se atreve.
El Legado de la Mentira: Castaneda y el Vértigo de los Parias Espirituales
Sin embargo, mis queridos lectores de "El bisturí de Gara", es donde las sombras se vuelven más densas y el escalpelo debe cortar con una precisión exacta. Hasta ahora hemos tratado a Castaneda como un personaje, pero la historia tiene una cara mucho más sombría, una que a menudo se olvida en el romanticismo de sus escritos. Carlos Castaneda no fue solo un autor; se convirtió en el epicentro de un culto, un líder sectario, que en su búsqueda de poder y control, dejó un rastro de vidas devastadas.
El hombre que se presentaba como un humilde discípulo se erigió en un gurú, el último nagual, el heredero de un linaje tolteca. Su secta, envuelta en un secretismo casi absoluto, demandaba una devoción total. Sus seguidores, a menudo personas bien educadas y en busca de un sentido trascendental, se vieron obligados a romper lazos con sus familias y amigos, a abandonar sus carreras y a entregarle su patrimonio. La manipulación psicológica, las humillaciones y la crueldad eran herramientas que usaba para mantener a su círculo de "brujas" y "aprendices" en una sumisión completa. La realidad que les había prometido se convirtió en una prisión de la que muchos nunca escaparon.
El desenlace de esta oscura historia es una prueba macabra de su influencia. Tras su muerte, el círculo íntimo de Castaneda, sus devotas más cercanas, desapareció. Se presume, con un escalofriante consenso, que se trató de un suicidio ritual, una culminación de las enseñanzas que les habían prometido la trascendencia. La hija adoptiva de Castaneda, Patricia Partin, fue una de las desaparecidas, cuyo cuerpo fue hallado más tarde en el desierto de California, un final que evoca una tragedia griega.
El legado de Castaneda, por lo tanto, es una moneda con dos caras. Por un lado, su obra continúa ejerciendo una influencia cultural y social innegable. Sus conceptos sobre la "percepción", el "camino del guerrero" y la "conciencia" han permeado la literatura, el cine, la música y el movimiento de la Nueva Era. Sus libros son leídos y discutidos por millones, y su figura sigue siendo un faro para aquellos que anhelan una vida más allá de lo material.
Sin embargo, en la otra cara de esta moneda, se encuentra la prueba de que el poder que él prometía no era una vía hacia la iluminación, sino una herramienta de control y destrucción. Su vida personal, llena de contradicciones y engaños, es un testimonio de cómo un hombre puede usar la búsqueda espiritual de otros para su propio beneficio, arruinándolos tanto psicológica como económicamente.
En este sentido, la historia de Castaneda es la advertencia más cruda que podemos encontrar. Nos recuerda que el anhelo de lo oculto, si no se aborda con una vigilancia y un discernimiento implacables, puede llevarnos por un camino que no conduce a la libertad, sino a la más profunda de las esclavitudes. Y con este escalofriante pensamiento, queridos lectores, os dejo hasta nuestra próxima cita con las sombras.
Gara Lacaba Toledo
(Las brujas de Carlos Castaneda)
Fotografía sacada de la revista de Manuel Carballal y David Cuevas "El ojo crítico".
Para quien quiera conocer todo sobre Carlos Castaneda os recomiendo la única biografía que existe de él, escrita por el gran investigador Manuel Carballal.
https://www.amazon.es/VIDA-SECRETA-CARLOS-CASTANEDA-Antrop%C3%B3logo/dp/B085MZRWKK
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